"Si non o leo non o creo" - Capítulo 2

Increíble pero certo e non sucedeu en países estranos para nós, sucedeu no país onde algún persoaxe, supostamente, birlou ao noso estado varias ducias de millóns de euros e de postre danlle un trato privilexiado pero como na lei existen lagunas descomunais, hoxe o noso colaborador por excelencia lévanos ata Vigo. No xulgado do penal número 1 da cidade condal, un home foi condenado a dous anos e medio de cárcere por roubar supostamente 10 rollos de papel hixiénico. Sospeitaban no centro comercial "plaza elíptica" dun indivíduo que cando entraba nos aseos desaparecían os rollos anque nunca foi pillado cas mans na masa. El o único que recoñecío no xuízo celebrado fai escasos días foi que era certo que collera 6 do carro da limpeza e non dez. O cidadán é un "sin teito" e cando lle puxeron candados nas portas (antes de ser denuciado) tamén chegou a forzalos e os danos totales ascenden aos 80 euros.

Cárcel por robar papel del váter

La Fiscalía pide dos años y medio de prisión para un sin techo por sustraer 10 rollos de los baños del centro comercial Plaza Elíptica

E.V.PITA

VIGO / LA VOZ  03 de octubre de 2012 05:56

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Un ciudadano se enfrenta a dos años y medio de cárcel por, supuestamente, robar diez rollos de papel higiénico de los aseos del centro comercial Plaza Elíptica de Vigo entre junio y agosto del 2010. El botín está valorado en 80 euros, incluido el coste de reponer los candados del dispensador que habría reventado.

El juicio se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 1 y el acusado, J.P.C.F., que actualmente está en prisión, fue expulsado de la sala por llamarle «mentirosos» a los guardias jurado y a las limpiadoras que lo acusaron de ladrón. Sí admitió que un día hurtó 6 rollos de papel de un carrito de la limpieza.

El implicado no fue sorprendido con las manos en la masa pero los guardias de seguridad le hicieron seguimientos varios días a través de rondas y visionaron grabaciones en vídeo de él por los pasillos. Así marcaron al sospechoso que, según dicen, solía pasar por los baños cuando había robos. Reconocieron al sin techo, lo identificaron y el gerente se entrevistó con él. En su mochila no llevaba nada y lo dejó marchar con la idea de que habría escarmentado. Pero, esa misma tarde volvió, y por las cámaras vieron como se salía del baño con la mochila cargada. Por eso, la gerencia le denunció por los «muchos rollos» que faltaban. Un guardia añadió: «Nos parecía alucinante que la gente robase papel higiénico».

Las limpiadoras también declararon en el juicio que vieron entrar en el baño varias veces al acusado con la mochila cuando ellas hacían la limpieza y que cuando se marchaba, el papel higiénico había desaparecido.

Ante los continuos robos, la gerencia blindó los dispensadores con candados pero las limpiadoras descubrieron que, cada vez que salía el sospechoso, los precintos aparecían rotos y tirados en la taza del váter.

El acusado alegó en el juicio que es inocente, que todo es mentira salvo los seis rollos que quitó de un carrito, y que él se limitaba a ir a los aseos cada día a lavarse la cara, afeitarse y vestirse. En la mochila, llevaba sus útiles de aseo y ropa. Dejaba algunas cosas para el día siguiente escondidas detrás del extintor o debajo del lavabo. «Ellos me conocían porque iba a asearme y hacer la compra al supermercado. Y yo no usaba papel, solo champú», alegó. La jueza lo expulsó tras advertirle varias veces que no criticase las declaraciones de los testigos.

La Fiscalía dice que, aunque no hay pruebas directas del robo, sí hay indicios suficientes que llevan a deducir que es el autor del robo. Pide la pena de 2 años y medio de cárcel porque se trata de un delito con robo con fuerza, porque para hacerse con el rollo del papel higiénico rompió los candados del dispensador.

Su abogado pide la absolución porque no ve pruebas, el personal tenía prejuicios hacia el sintecho y recalcó que el ladrón pudo haber sido otro cliente.

Hace años, siete vigueses fueron juzgados por robar sendos cruasanes de un bar y la Fiscalía también pidió cárcel para todos.

Texto e fonte: La Voz de Galicia